CRÓNICA DE MARÍA DÍAZ

Os dejamos la crónica realizada por María Díaz, sobre Silencios Cantados y María Villarroya.

A María no se le conoce si no se le ve encima de un escenario. Porque todo sus “yos” salen al escenario con ella: su travesía musical y personal; sus deseos; sus heridas , que las tiene; sus sueños (más que heridas)…y, sobre todo, una magnífica voz que se paseó ( y se paseará) por los musicales de medio mundo y que ahora es su “arma” para repasarse a si misma.

Por eso deberías venir a verla y contarles a todos cómo es María Villarroya: inteligente y tierna; divertida y sensible… y muy artista.
Producciones Sí Sostenido

presenta a

María Villarroya
en

“Silencios Cantados”
en
Teatro Lara
a las 22h 30′
miércoles 20 de junio

– ¿Qué quiere contarnos en “Silencios Cantados”?

Quiero contar mi vida. Repaso mi historia, la vida de una mujer como cualquier otra, que ha tenido la valentía de desnudar el alma (y expresarlo); expresar mis vivencias más íntimas, mis caídas,

Siguientes fechas:

jueves 5, 12, 19, y 26 de julio;

jueves 2, 23 y 30 de agosto.

María Villarroya es diferente. Ya sé que eso se dice de muchos. Pero es que es cierto. Es una mujer que no ha parado de formarse allá donde ha hecho falta, ya sea en España o fuera; una mujer cargada de ilusiones y con una historia que contar: la de su silencio obligado. La de un silencio que llegó sin que lo esperara, que le impidió cantar durante un tiempo… y le obligó a trabajar para volver con más fuerza.

María es mujer, madre, empresaria, ama de casa, escritora, actriz y compositora. Y tiene una vocación: cantar. Y lo tiene todo para cantar: voz, ganas, metas que cumplir… así que canta. Y canta, como nadie.
– si tuviera que definirse con 3 adjetivos, ¿cuáles serían?

Inocencia de niña, generosidad de madre, amor de compañera y espíritu de guerrera.

Noche, mujer, generosa, romántica, entusiasta, vitalista, valiente, alegre, anfitriona, Niña, mujer, madre.

mis verdades profundas, mis secretos más fielmente guardados…

En definitiva, “porque lo he vivido…, lo canto.”

En este espectáculo uno se da cuenta que la vida tiene sentido, que todo encaja como piezas de un gran puzzle que se va materializando a medida que vivimos.

– ¿Cómo llega María Villarroya a “Silencios cantados”? ¿cuál es el camino?

Llego a través de un silencio obligado. Me pasé muchos años construyendo castillos en el aire, hasta que un día desperté con el alma resquebrajada… Perdí la voz y me perdí a mi misma. En este gran silencio escuché otra voz, que me hizo consciente y desde esa lucidez lancé una oración al Universo, pidiendo que no se me devolviera la voz hasta regresar con “Algo” que realmente valiera la pena. Fue un acto de “Darse Cuenta” y de valentía, un acto de confianza en mí y en la vida, que me impulsó a emprender este desafío.

Fueron años de infierno luchando con una sola enemiga: María. Yo misma.

Silencios Cantados es el duelo sin descanso de mí misma en mi propio campo de batalla. De este navegar, como ave Fénix resurgiendo de las cenizas, regresé fortalecida con la esencia de silencios cantados, para compartirlos desde la belleza, desde mi corazón al tuyo.

Es el fruto de este “viaje” que me he atrevido a viajar a través de mi misma…

– Las canciones del montaje están elegidas en función de…

En función a las etapas de este viaje. Yo llego traicionada y fracasada a esta oficina de objetos perdidos que no es más que la vida, y desde allí me reencuentro conmigo… Cada encuentro es como un pequeño despertar que se va reflejando en cada una de las canciones y poemas. Por eso, cada tema lo he escogido en función a lo que yo quiero recuperar de cada pérdida, y reflejan mi proceso vital de crecimiento, con su parte de dolor, de miedo y desesperación, y también de alegría, humor, confianza plena y consciencia.

– Por cierto, ¿por qué el nombre del espectáculo?

Silencios porque todo nació a partir del silencio más profundo de mi ser, y cantados porque ahora es el momento de decírselo al mundo, el momento de ”ser cantados”.

– ¿Cantar es su vida?

Yo no escogí la música… la música vino mi y me atrapó de tal forma que ella misma ha creado y sustentado mis cimientos. No puedo concebir la vida sin música. Ya de niña, lo que no me atrevía a decir hablando, lo decía cantando. Ya lo digo en mi propio musical: cuando cantaba se paraba el mundo, y nada importaba. Yo era yo misma, me sentía a salvo, protegida, feliz…

– ¿Qué es lo mejor que le han dicho de este espectáculo?

Una espectadora me dijo a la salida: ¿Cómo has tenido la osadía de contar mi vida?.

– ¿y que le gustaría que dijeran?

Tal vez lo mismo que la gente suele decir cuando sale del espectáculo: Encontré mis objetos perdidos; viajé contigo; tu historia es la mía; salí diferente de como entré; no puedo expresar lo que siento; me moviste los cimientos; comprendí.

– ¿y alguien se ha atrevido a llamarla “loca” por montar en estos tiempos un espectáculo unipersonal e intransferible?

Sí claro, y con razón. Me siento una loca de la vida, autora de proyectos imposibles… ¿Cómo puede ser cantado un silencio? Yo soy un pez que nada a contracorriente, como todos los peces vivos. Los peces muertos son los únicos que nadan a favor de la corriente.

Y te lo diré con un poema de silencios cantados:

¿Qué locura?

la de todos los días,

la que llevamos puesta,

para hacer de la jungla de la vida

una auténtica fiesta.

Esta locura…, cura

Y no enferma.

Para comprobarlo hay que verla sobre un escenario.

María Díaz